Las personas que quieran adquirir su licencia por primera vez, tienen que rendir una serie de exámenes. Todos se deben aprobar y, en caso contrario, deberá rendirse de nuevo el examen en un plazo de 30 días.
Las pruebas a las que se tienen que someter los futuros conductores son:
Unas pruebas médicas en las que se tendrán en cuenta aspectos como la agudeza visual, la visión de profundidad, el campo visual, la visión nocturna y la reacción al encandilamiento.
Los aspirantes tienen que realizar también un examen teórico, donde se les pedirá que demuestren si conocen las reglas de circulación, las formas de prevenir siniestro, la actuación en caso de emergencia y el significado de las señales viales.
En el examen técnico los conductores demostrarán conocimiento sobre el comportamiento del vehículo, sus prestaciones y su funcionamiento en general. El aspirante no tiene por qué conocer en profundidad la mecánica del vehículo pero sí su funcionamiento básico (por qué se enciende en el vehículo determinada luz de alarma, qué profundidad tiene que tener el dibujo de los neumáticos, etc.).
En el examen práctico se valorará el manejo. En esta prueba se tiene en cuenta el modo de conducir del aspirante, valorando aspectos como el respeto de las señales viales. El aspirante tendrá que:
- No mantener una conversación con los examinadores.
- Tener una posición correcta en el asiento.
- Regular correctamente los espejos retrovisores.
- Colocarse el correaje de seguridad.
- Seguir las instrucciones del examinador.
La licencia para la categoría A se puede solicitar desde los 17 años. El trámite se realiza en la dirección de tránsito del municipio donde figura el domicilio del DNI del aspirante (Oficinas de tránsito municipales). El coste varía dependiendo del municipio.